8.8.11

Nada más atroz que una carta de amor



De cuando Leonora llega a casa y no encuentra a Renato:

"¿Volviste a salir al no encontrarme? ¿Llegué tarde? Tenía yo la impresión de que estabas aquí y ahora todo es tan triste aquí dentro. Cuando entré el portero me echó una mirada como si tú le hubieras dicho algo sobre mí. ¿Es verdad?
Reviento lenta y penosamente por el deseo de verte, regresa pronto. Sólo voy a destender la cama, engullidora de fornicadores, si tú regresas; no me atrevo a acostarme sola en semejante artefacto. Me da miedo caer en medio del abismo. Te amo atrozmente, es horroroso aquí sin ti, a pesar de que me dejas sola todo el día. Detesto Nueva York. Te amo, tengo ganas de hacerte e amor, de besarte y de lamerte. Se hace tarde y no vienes. No tengo miedo de nada, por el amor de Dios o de Satán -más bien por e de Satán-, ven rápido, ven rápido, Renato. Sin ti me vuelvo loca porque te necesito. Estoy angustiada, te necesito demasiado. ¡Sabes cuánto te necesito! No voy a dejar de escribir hasta que regreses, así tu ausencia será menos terrible. ¿Has tenido estas emociones? Es horrible. Mañana iré contigo al consulado para no estar sin ti. Esta noche perdida es terrible. -Ahora me estoy poniendo histérica. ¿Me estás castigando y por eso no vuelves?- No creo que seas capaz de eso. Afortunadamente no eres como yo. Sería capaz de regalar el gato, mis cabellos y mi mano izquierda para que regresaras. Voy a deshacerme de las emociones violentas para no estar de mal humor cuando regreses. Es terrible enojarme contigo. Te amo. De vez en cuando me detengo para ver si te escucho subir la escalera. Si no vienes pronto, tendré que escribir otra página y luego otra durante toda la noche. Nada más atroz que este sentimiento que me ahoga. El gato sufre como yo cuando está solo, deberían darle algunas dosis de Cardiazol y meterlo en un manicomio al lado del mar.
(Ves, tuve que empezar otra página.) Ahora de veras tengo miedo. ¿Qué estás haciendo? ¿Dónde estás? ¿Eres feliz sin mi en este momento? RENATO, POR EL AMOR DEL DIABLO, VEN PRONTO.
No sé si debo salir a buscarte. De todos modos no sé dónde buscarte... Esto es pavoroso. Me doy cuenta de lo cerca que estoy de la locura: transpiro y tiemblo por algo que para otros no tenía importancia.
¿Debo salir o no? Es difícil saberlo. Creo que estoy empezando a escribir tonterías. RENATO, RENATO, RENATO, debes oírme, grito tan fuerte en mi interior. ¿No me oyes?
Si este amor para ti es ya una monserga, deberías saber que no hay que enamorarse de las loscas, todas somos así.
RENATO.
RENATO.
RENATO.
Escucho un ruido en la escalera pero no eres tú.
NO.
Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo. Cuando regreses no podrás imaginar lo que ha pasado, qué tempestades de miedos y de tristezas. Tú estarás muy tranquilo.
Me torturo, me muero, tengo rabia y sé que exagero. R E N A T O, si tú no vienes antes de que escriba cuatro líneas más, saldré a embriagarme. Tristemente, enteramente y dignamente sola.Mi ortografía es de veras mala. Ven pronto porque voy a salir. Estoy aterrorizada sin ti. Quizá estés descansado de mí. Renato, después de que hayas leído esta carta, quiero que me digas varias veces que me amas para convencerme, que me beses por lo menos cien veces con mucha dulzura, porque es horrible ser una histérica como yo. No debes dejarme sola, damn blast bugger and hell FIRE.RENATO, TENGO UN MIEDO HORRIBLE DE ESTAR SIN TI."


"Leonora" de Elena Poniatowska.

No hay comentarios: